El presupuesto

Cuando entro en una tienda no sé que es lo que me ocurre, pero lo que me da al ojo es el 90% de las ocasiones lo más caro. Creo que tengo un complejo de urraca y por eso siempre me gusta lo más caro. Pero al final no puedo caer en la tentación, ya que mi bolsillo no es capaz de soportarlo.

De todas formas, me esfuerzo por luchar contra mi misma, y es que hay alternativas al alcance de mi bolsillo. Una falda de organiza, una blusa o una pulsera pueden tener muchos sustitutivos low cost. Ya que por más que me gusten los bolsos Artemis de Louboutin, mi presupuesto de becaria es incapaz de pagarlo.

Y en ocasiones, aunque ciertas prendas te las puedas permitir en una versión más cara, el complementarlas con prendas más asequibles creo que ayudan a poner las cosas en perspectiva y comprender el valor del dinero que en una sociedad como la de hoy en día, en ocasiones parece complicado.