Había días de invierno, en los que hacía un frío tremendo,
no sé si lo anunciaban como ahora, con olas polares o no, pero el caso es que mi
padre sacaba un sombrero verde que tenía unas plumas en el lateral y se lo ponía
para ir a trabajar. De un estilo muy inglés pero firmado por Loewe.
Hoy es el día, que me lo pongo yo. Según mi madre, me queda
mejor a mí, pero echo de menos quedar con él por alguna extraña razón en
Bilbao, y que mi padre me llevara a tomar una tortilla a media mañana, y verle
por Moyua con su sombrero. Por esos momentos son por los que darías lo que
fuera.
Un besito muy fuerte, Rocío. No te pongas triste... A ver si mejora el tiempo y nos tomamos un cafecito. Un abrazo, guapi!!
ResponderEliminarVery beautifl this hat ;)
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