Hace 100 años, el mundo era muy distinto a lo que hoy en día estamos acostumbrados, no había iPad, tele, fotos a color o video llamadas, los viajes para cruzar el océano, se hacía uno solo en la vida y era para no volver. Tampoco se había llegado a la luna, solo los más visionarios como Julio Verne o Leonardo DaVinci se lo habían imaginado.
El R.M.S. Titanic era junto con sus dos "hermanos", el Britannic y el Olympic, los buques más impresionantes jamás construidos, pero el que pasaría a la historia sería el Titanic, y no solo por la magnificencia del mismo, sino por todas las almas que se llevó en el transcurso de su primera travesía con destino a Nueva York, una gélida noche del mes de abril.
Muchos conocemos historias tales como que era la primera vez que se utilizó la señal de socorro S.O.S., que nunca me ha llegado a quedar claro si significaba, Save Our Ship (salvad nuestro buque) o Save our Souls (salvad nuestras almas), sea como fuere este suceso se llevo consigo 1517 almas. Otra de las historias más contadas es como la de la orquesta de primera clase siguió tocando hasta que el barco se hundió, se cree que la última canción que tocaron fue Nearer, My God, Thee para dar la bienvenida a la nueva vida. Otra de las historias, más bonitas para mi es como el matrimonio Strauss (los de los vaqueros) decidieron morir juntos aquella noche, porque la vida del uno sin el otro no tenía sentido.
Finalmente, el Carpathia, acudió a recuperar a todos los supervivientes, no solo los que estaban en los botes salvavidas, pero las gélidas aguas ya habían acabado con el sufrimiento de muchos. Malvina Dean, ha sido la última superviviente del Titanic en morir en 2009, pero la última superviviente en morir y recordar el hundimiento fue Lillian Asplund que tenía 5 añitos cuando esta tragedia marcaría la historia del mundo.
Recuerdo todavía cuando fui a ver la película de Titanic de James Cameron, Leo DiCaprio y Kate Winslet por primera vez en el Gran Cinema. Tenía a penas 10 años, fui con mi hermana mediana y mi padre, recuerdo que en la puerta del cine, me encontré con mi amiga del cole Xandra que salía de la sesión justo anterior. Me acuerdo la impresión que me produjo el ver la historia que tanto mi padre como mi abuelo tantas veces me habían contado.
Estuve un año entero contando historias e interesándome sobre el tema. En mi casa estaban como locos con mi obsesión. Y parece que este año en abril vamos a poder volver a disfrutar de esta gran película en el cine 3D a partir del día 4 de ese mes en el que se cumplirá el centenario. Me la voy a volver a ver en cuanto que tenga un momento.
El buque pertenecía a la White Star Line, en el viaje inaugural, grandes personalidades del momento viajaban con destino al nuevo mundo, entre ellos, nombres que pasarán a la historia como John Jacob Astor, los señores Strauss, Molly Brown y para muchos Jack y Rose que nos han hecho vivir con una gran emoción el hundimiento de este gigante que yace en el fondo del atlántico.
Hace 100 años, el mundo era muy distinto a lo que hoy en día estamos acostumbrados, no había iPad, tele, fotos a color o video llamadas, los viajes para cruzar el océano, se hacía uno solo en la vida y era para no volver. Tampoco se había llegado a la luna, solo los más visionarios como Julio Verne o Leonardo DaVinci se lo habían imaginado.
Muchos conocemos historias tales como que era la primera vez que se utilizó la señal de socorro S.O.S., que nunca me ha llegado a quedar claro si significaba, Save Our Ship (salvad nuestro buque) o Save our Souls (salvad nuestras almas), sea como fuere este suceso se llevo consigo 1517 almas. Otra de las historias más contadas es como la de la orquesta de primera clase siguió tocando hasta que el barco se hundió, se cree que la última canción que tocaron fue Nearer, My God, Thee para dar la bienvenida a la nueva vida. Otra de las historias, más bonitas para mi es como el matrimonio Strauss (los de los vaqueros) decidieron morir juntos aquella noche, porque la vida del uno sin el otro no tenía sentido.
Finalmente, el Carpathia, acudió a recuperar a todos los supervivientes, no solo los que estaban en los botes salvavidas, pero las gélidas aguas ya habían acabado con el sufrimiento de muchos. Malvina Dean, ha sido la última superviviente del Titanic en morir en 2009, pero la última superviviente en morir y recordar el hundimiento fue Lillian Asplund que tenía 5 añitos cuando esta tragedia marcaría la historia del mundo.
Recuerdo todavía cuando fui a ver la película de Titanic de James Cameron, Leo DiCaprio y Kate Winslet por primera vez en el Gran Cinema. Tenía a penas 10 años, fui con mi hermana mediana y mi padre, recuerdo que en la puerta del cine, me encontré con mi amiga del cole Xandra que salía de la sesión justo anterior. Me acuerdo la impresión que me produjo el ver la historia que tanto mi padre como mi abuelo tantas veces me habían contado.
Estuve un año entero contando historias e interesándome sobre el tema. En mi casa estaban como locos con mi obsesión. Y parece que este año en abril vamos a poder volver a disfrutar de esta gran película en el cine 3D a partir del día 4 de ese mes en el que se cumplirá el centenario. Me la voy a volver a ver en cuanto que tenga un momento.
El buque pertenecía a
Que pena no vivir aquellos tiempos para hacer un viaje en ese barquito. Seria fantastico te imaginas que lujazo.
ResponderEliminarbesos Alina MX
Hola Alina!!!
EliminarLa verdad es que sí, ¡qué lujo!, pero eso de que luego se hundiera, preferiría no que me tocase esa parte.
Un kiss
Rocío