En cuanto que termina el curso y llegan las vacaciones de verano mi madre siempre sabe como recordarme que me tocan las limpiezas de los closets. Razón por la cual entre otros, llevo unos días un poco desaparecida. La verdad es que es una práctica muy recomendable para saber que es lo que os falta en el armario o descubrir una vieja maravilla y así poder encontrar el complemento perfecto.
Es lo que estos últimos días he estado haciendo, ¡ordenar!
Mi madre se preguntaba si no me estaba quedando saturada de tanto bolso, camiseta... y mi respuesta era:
"¿Has visto este clutch? el que me compré en una pequeña tienda de Arcachon hecho allí, he visto unos zapatos de Dolce & Gabbana con las suelas pintadas con los que quedaría perfecto"
De hecho al día siguiente fui y me los compré... ¡si es que es difícil resistirse a una oportunidad así!
Lo mismo me pasó con el bolso que me compré esta semana santa, un Pliable de Longchamp de la colección de verano.
Y es que me dí cuenta de que para completar el look del verano necesitaba dos cosas: por un lado unas alpargatas de tacón corrido azules para complementar, y por otro lado un sombrero de paja también azul para convertir un simple bolso en un conjunto.
Lo que me gusta de las rebajas es eso, que los precios están rebajados. Puedes convertir unos stilletos D&G en un par de zapatos básicos de tu armario, o un sombrero que no pensabas comprar en una chuchería que te das en una tarde de compras.
Lo cierto es que lo curioso de guardar cosas en el armario es que siempre vuelven con lo que aunque no vayas siempre a la moda, cada cierto tiempo estás a la última.
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