Corría el año 1964 cuando en Francia nació el que sería uno de los maestros zapateros de los tiempos modernos. Vivió en el 12ème arrondissement junto con su madre y sus 4 hermanas. Christian Louboutin fue uno de tantos "fracasos escolares" que se oyen hoy en día, ya que con 14 años el colegio no le interesaba y le parecía más productivo pasar sus tardes en los clubs de moda como Main Bleue o Palace, hasta que consiguió unas prácticas en el Folies Bergère a los 16.La pasión por el cabaret y el circo lo convirtió en trapecista, afición que tuvo que abandonar cuando se convirtió en aprendiz de Charles Jourdan. Desde ese momento lo único que haría sería crecer empezando como freelance calzado para Dior y Chanel.
Pero le deparaban mejores tiempos, en 1991, fundó su propia empresa en París y desde ahí empezaría a crecer y trabajar en colaboración con grandes casas de costuras y diseñadores como Lanvin, Chloé, Azzaro, Givenchy, Víctor & Rolf, entre otros. También colaboraría con Yves Saint Laurent en varias ocasiones sin saber que este año Louboutin lo demandaría por plagiar las suelas rojas.El reconocimiento de la industria del calzado norteamericana, que le otorgó un premio FFANY, no se haría esperar, en 1996 recibió el primero y en 2008 lo volvería a recibir.
Y como siempre alguien tenía que prohijar estos bonitos zapatos para hacerlos mundialmente famosos y deseados, y esa fue Carrie Bradshaw (Sarah Jessica Parker) en la segunda temporada de la serie en la que solo llevaba zapatos de esta firma.
Lo único que me queda por decir es... ¡FELIZ CUMPLEAÑOS! ¡QUÉ CUMPLAS MUCHOS MÁS! ¡QUÉ YO LOS VEA Y ME LOS PONGA EN LOS PIES! Según el diseñador cuando te despides de una mujer que lleva Louboutins lo último que ves desaparecer son las suelas rojas.
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